sábado, 15 de octubre de 2011

¿Buen Provecho?

Con gran pompa y alegría revolucionaria, el gobierno del Comandante Ortega ha anunciado la entrada al país de miles de libras de pollo americano, estadounidense pues, para no agraviar a los puristas ideólogos socialistas. Aunque me declaro fanático de la comida rápida gringa, ya, en ocasiones anteriores expliqué que mi paladar es alérgico a lo exótico, no soporto ese pollo tamaño Triple X. Por algo nunca me ha gustado el KFC. Este pollo importado tiene 0 en sabor, es simple y el hedor a “chiqui” o “sanguasa” es repugnante. Una pierna de ese pollo alterado genéticamente es del tamaño de una pierna de un niño sano y robusto de dos años de edad. Es que me resulta increíble e ilógico que en una nación donde abundan las tierras ociosas y donde cada vecina en el barrio tiene su gallina chiricana, tengamos que recurrir al “maldito capitalismo” y pagar con dólares constantes y sonantes para poder degustar el clásico pollito con papas o la infaltable de Sopa de Gallinas con Albóndigas. Me atrevo a pensar que algún funcionario del escalafón gubernamental se está lucrando con este negocio. Pues ni quiero suponer que el gobierno socialista y solidario es capaz de destruir la industria avícola nacional. Bueno, pero a falta de gallina india, vamos por más pollo americano. Pero alístese su buena dotación de limón o naranja agria para que su cocina esté libre de tufos. Nota: Hoy salió en el periódico que el gobierno del Cro. Ortega ha detenido la importación del pollo que viene de Estados Unidos, espero que en mi próxima sopa esté mi pierna de pollo de tamaño normal.

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