4 de noviembre de 2012 ya sueña a
viejo, en las elecciones municipales menos concurridas de la historia, el FSLN
se asignó 134 alcaldías de 153 posibles. A pesar de lo vacío que se vieron los
Centros de Votación, los magistrados de facto del CSE gritaron a los cuatro
vientos que la fiesta cívica había sido un rotundo éxito, aunque más bien
parecía un triste velatorio. Los números no concuerdan con lo anunciado por el
CSE. En la página del Poder Electoral se puede ver que 1.995.373
nicaragüenses ejercieron su voto por una opción política (No incluye los votos
nulos), mientras que en las igualmente fraudulentas Elecciones de 2008 votaron 2.049.140
ciudadanos (Tomado del portal de Hagamos Democracia), para una diferencia negativa de 53.767 personas, esto a pesar de
que, según expertos, el Padrón aumenta en 100.000 nicaragüenses cada año. Los
departamentos en los que se disminuyó la participación fue en: Managua. Masaya,
RAAS, Estelí, Chinandega, Granada y Matagalpa (En ese orden). En Chontales y la
RAAN la cantidad que si votó fue mayor prácticamente el doble que los que
votaron en 2008, algo que es bastante peculiar ya que ahí hay menos Juntas
Receptoras y las distancias son más grandes que en los centros urbanos del
Pacífico. En el resto del país la participación fue prácticamente igual a la de
hace 4 años. A todas luces esta fue una payasada más del circo nicaragüense.
Ilegal al ser organizadas por un grupo de ciudadanos que no tienen ninguna
autoridad constitucional y mucho menos moral para hacerlo y al romper una ley
constitucional al aceptar que algunos candidatos se reeligieran.
A pesar de
todo esto; se obtuvieron algunas ideas del contexto político actual en el país.
Del Padrón Electoral Total, sólo el 30% depositó su voto en la Casilla 2, vale
recordar que algunos que votaron en esta casilla lo hicieron por la persona y
no por el Partido ya que el Frente Sandinista en algunas municipalidades se
encargó de escoger a personas rectas y probas para que los representara. Aunque
no se le endosa este repudio al partido gobernante a ningún partido de la
oposición.
A
sabiendas de esto es necesario que los actores políticos del país no se queden
de brazos cruzados e intenten capitalizar este apoyo. Es conocido que en las
filas ajenas al oficialismo se carece de un líder que aglutine en una sola
bandera al voto antifrentista, pero es justo y necesario que este panorama
cambie en las próximas elecciones.
Nuestro
trabajo como ciudadanos es demandar una remoción total del Consejo Supremo
Electoral por uno en el que los nicaragüenses puedan confiar, debemos de
demandar el despido inmediato de los actuales ciudadanos que usurpan los cargos
en las oficinas cercanas a Metrocentro.
Se
necesita una campaña de concientización en la ciudadanía para que no permanezcamos
apáticos ante la problemática social, la indiferencia está costando demasiado y
poco a poco se cercenan nuestros derechos básicos y se irrespeta vulgarmente el
derecho a decidir nuestras autoridades. El camino es largo, pero honestamente,
el panorama es alentador. A pesar de que se fraguó otro fraude a vista y
paciencia de la Nación, también se descubrió que la mayoría abrumadora de la
sociedad está cansada del status quo. La cuestión es canalizar las energías y
encontrar un camino unificador.