En pleno 2010, hay un nuevo sustituto de las catedrales, atrás quedaron las antiguas iglesias oscuras y repletas de imágenes. Las veladoras y las candelas cambiaron la cera por el llamativo neón. Los sacerdotes que predicaban el Evangelio fueron cambiados por los banners que anuncian las rebajas y los plazos con los que podés sacar una pantalla plasma o un Wii. Las romerías se volvieron de chavalos en pelotas, de familias enteras que adoran al consumismo. La hostia y el vino se transformaron en Coca cola y en hamburguesas de Mcdonalds o de Burger Kings. Ya no hay transubstanción, sino comidas altas en calorías y smoothies del Eskimo made in Nicaragua. Las vigilias ahora son largas filas para entrar al cine a ver la última película de Sex and the City mostrando modas demasiado arriesgadas para nuestro polvoso país. El sudor con que recogías el diezmo en vez de depositarlos en las alcancías o en las canastas que recogen la colecta, los entregamos a un sonriente vendedor que nos entregan un recibo dolarizado. Cientos de personas visitamos a diario la Catedral de Nuestro Señor de la Billetera para embelesarnos con infraestructuras que nos hacen olvidar que después del muro no hay un anillo de pobreza, una parada llena de ladrones y de señoras vendiendo mangos, de chavalitos pidiendo un peso. Adentro, en las tiendas olorosas a fragancias extranjeras, nos sentimos en el Primer Mundo, nos trasquilan, nos estafan y mansamente le entregamos el billete que tanto nos costó ahorrar, o pagamos con la tarjeta que nos hace sentir más poderosos, completando un segundo robo.
Bueno creo que es muy extremista el articulo en cuanto a las tradiciones religiosas, todo eso aun existe en los pueblos, en Managua. Habria que hacer un estudio estadistico para ver como se ha comportado esa variable.
ResponderEliminarEn cuanto a la influencia gringa es cierto. La gente si a veces compra lo que no necesita. Bueno educar a la gente a comer sano por eso en EU hay tantos obesos. Bueno esos lugares son espejismo para la gran mayoria de Nicargua por la pobreza latente creo que la gente ademas de que le dan el batazo se van a despejar de ver tanto desastre en Nicaragua.
Bueno depende de todos nosotros que la situacion cambie
CARLOS
El consumismo salvaje, desenfrenado y sin medida es el que devora sin piedad nuestros valores y hasta nuestra personalidad e identidad.
ResponderEliminarCada vez mas los que se enfocan en lo exterior se preocupan mas por estar al dia con el lujo y la moda... al punto que no ven a las otras personas como su semejante, sino como un extrañ@ o como si fuese una amenaza.
Yo extraño los tiempos de antes, cuando habia poco, pero era mas sano. La religion era religion, no como ahora que solo buscan los sacerdotes y pastores sacarle provecho.
ResponderEliminarLa inocencia enlas criaturitas se ah perdido, el respeto tambien. Que paso con nuestra sociedad, en que la hemos convertido.
Instruye al niño en su camino....
ResponderEliminarAunque comparto la opinion Pinol también la gente que asiste a este teatro consumista no asistia a las catedrales osea que no ha habido transición sino mas bien continuismo de lo mismo.
Interesante articulo.