viernes, 4 de febrero de 2011

De Facebook, grupos, amigos y otros demonios.


En estos días ha estallado una noticia un tanto infantil, con pizcas de dramatismo y cuatro cucharadas de ridiculez. Un grupo o una persona, no sé, ni me interesa saber quién se ha hecho responsable de la creación de las morbosas páginas, ha creado un debate sobre el tipo de individuos o con qué fines se utilizan las redes sociales. De repente salen los elitistas, los qué se encuentran más desubicados que un musulmán en una procesión del Santo Entierro. Estos sujetos opinan que se debería de prohibir el acceso a determinado tipo de personas. No sé qué escala o qué condiciones implementarían estos para determinar quién es apto para poseer un perfil en Facebook o en Twitter? Será que si Mark Zuckerberg se diera cuenta de la brillante idea les permitiría ser parte de la red social con más usuarios en el mundo? Pecando de adivino, diría que esta brillante idea sería desechada por don Mark.
También me he dado cuenta que por estas páginas se procederá a tomar medidas legales para “enjuiciar” a los fantasmas creadores de las mismas. Craso error, en Nicaragua no se ha aprobado una Ley de Delitos Informáticos, lo que existe en este bello país es un anteproyecto de Ley. Si las/os afectadas/os se deciden por visitar las oficinas de nuestra Policía Nacional estarían cometiendo un absurdo. Ya me imagino al Oficial tomando la declaración con cara seria y con su impecable uniforme diciéndole que sin Ley no hay delito.
Otras opiniones más cavernarias y temerarias auguran un soberano pleito de perros. Dónde volaran patadas y trompadas, descargando la furia y la impotencia sobre cualquier cristiano/a que se le atraviese en el camino. No creo que sea la solución. La solución más viable, más sensata y más civilizada es la que el mismo Facebook te proporciona. Si hay un contenido que nos resulte ofensivo porque ataca nuestra integridad, nuestra ideología o cualquiera de nuestra creencia, podemos reportarla y entre más reportes tenga está página más rápida será la clausura de la misma.
Mi opinión en este caso es que hay gente que si es vaga, ridícula e insolente. No entiendo el objetivo de crear perfiles para supuestamente vulgarear a determinadas personas y destruir su honra. No entiendo el objetivo de hacer drama con semejante pérdida de tiempo. Doy gracias al Colochón que mis 230 amigos en Facebook no son drama queen. Que prácticamente nadie se ha pronunciado sobre la vil payasada y también me doy cuenta que voy a negarme haber escrito este blog. Bueno, tal vez los creadores de las mentadas páginas querían recordar la secundaria. Juventud, divino tesoro.

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