sábado, 15 de octubre de 2011

¿Buen Provecho?

Con gran pompa y alegría revolucionaria, el gobierno del Comandante Ortega ha anunciado la entrada al país de miles de libras de pollo americano, estadounidense pues, para no agraviar a los puristas ideólogos socialistas. Aunque me declaro fanático de la comida rápida gringa, ya, en ocasiones anteriores expliqué que mi paladar es alérgico a lo exótico, no soporto ese pollo tamaño Triple X. Por algo nunca me ha gustado el KFC. Este pollo importado tiene 0 en sabor, es simple y el hedor a “chiqui” o “sanguasa” es repugnante. Una pierna de ese pollo alterado genéticamente es del tamaño de una pierna de un niño sano y robusto de dos años de edad. Es que me resulta increíble e ilógico que en una nación donde abundan las tierras ociosas y donde cada vecina en el barrio tiene su gallina chiricana, tengamos que recurrir al “maldito capitalismo” y pagar con dólares constantes y sonantes para poder degustar el clásico pollito con papas o la infaltable de Sopa de Gallinas con Albóndigas. Me atrevo a pensar que algún funcionario del escalafón gubernamental se está lucrando con este negocio. Pues ni quiero suponer que el gobierno socialista y solidario es capaz de destruir la industria avícola nacional. Bueno, pero a falta de gallina india, vamos por más pollo americano. Pero alístese su buena dotación de limón o naranja agria para que su cocina esté libre de tufos. Nota: Hoy salió en el periódico que el gobierno del Cro. Ortega ha detenido la importación del pollo que viene de Estados Unidos, espero que en mi próxima sopa esté mi pierna de pollo de tamaño normal.

viernes, 14 de octubre de 2011

La Campaña más aburrida de la historia

Está lloviendo como siempre en Octubre en Chinandega, pero todo me parece bizarro. Las elecciones están a la vuelta de la esquina, a 21 días para ser exacto. Recuerdo todas las elecciones presidenciales desde 1996, si esa del arcoíris del PRONAL de Toño Lacayo, el Pan y Fuerza de Panchito y el Yo tengo Fe de Arnoldo, pasando por la Milca Roja de Bolaños del 2001 y la del Superman socialista de Daniel en el 2006. Pero tengo que admitirlo, esta de la Otra Nicaragua posible y el millón de empleos, es la más aburrida de todas. Tengo un candidato, pero no lo respaldo al 100%, no se mira en el horizonte un debate presidencial, que por cierto sería hilarante. ¿Se imaginan a Arnoldo inquiriendo por queridas, a Quiñónez repartiendo balazos, a Ortega desvariando y a don Fabio regañando? Aquí no se trata de elegir ideas, no señor, los nicas no somos dignos de eso, se trata de comprar marcas, o la "mesiánica" de la Nicaragua de folletos y de inventos o la del menos malo. Es que en esta campaña no hay emoción, todo mundo sabe que va a haber un ganador por las buenas o por las malas, que como autómatas resignados vamos a hacer una fila para depositar un voto que no va a cambiar el resultado. Es más, hasta los oficialistas se notan cansados de este ejercicio. Las notas periodísticas y las pláticas entre amigos se debaten por conocer o adivinar el segundo lugar. Muy poca gente cree que va a ganar alguien diferente al candidato ilegal. Gracias a trucos que destrozaron la Constitución, Daniel Ortega se encargó de convertir una fiesta cívica que los nicas estábamos empezando a disfrutar en un velorio con caras tristes y largas e ilusiones desbaratadas. En un circo romano donde un león devora a un cristiano. Gracias Daniel, otro logro más de tu gobierno solidario, socialista y cristiano. Vamos por más Victorias, aunque estas sepan a tristeza.

viernes, 7 de octubre de 2011

10 razones por las que me gusta vivir en Chinandega.


Hace un tiempo escribí una entrada en la que me quejaba de mis paisanos, pero así como los chinandeganos tenemos unas manías, unos hábitos bastante detestables, también tenemos buenas cosas. Y en esta ocasión quería enumerar las 10 razones principales por las que me gusta vivir en la Tierra de las Naranjas:
1- Somos una ciudad pequeña, aunque más de 125,000 habitantes suene a metrópolis en Nicaragua, somos una ciudad nada interesante para extraterrestres, sectas ultra secretas y súper poderosas o desordenes climáticos con resultados apocalípticos; por tanto, si voy caminando por la calle no voy a ver un OVNI inmenso cuando levante la cabeza para ver el cielo, no voy a temer ser aniquilado por una bomba atómica o por una partícula de antimateria ni voy a ser ahogado por una inundación que llegue hasta el campanario de El Calvario.
2- Los Tigres de Chinandega, el equipo con más subcampeonatos del país (Clase consuelo). Por el que miles nos volvemos managers, por el que nos enojamos y nos alegramos, por el que todos queremos ver con el trofeo en la mano. Por el Estadio con la Cumbia Chinandegana, debo de decir más? Tigres, Tigres, Tigres.
3- La comida callejera. Alguna gente se precia de tener un paladar exquisito, yo no, aparte mi bolsillo no da para andar de sibarita en restaurantes oh la la. Así que me conformo con lo básico: Una fritanga donde La Gayta (Así lo escriben, vaya a saber yo por qué) un hot-dog del Lima Burguer (Así lo escriben también) un pastelito o un churro del Chuno Blandón, unos Taquitos de El Calvario, famosos también por lo caro que se están volviendo o unas frijoladas de cualquier acera del pueblón.
4- El clima. A veces da asco el calor, pero en todo el Pacífico del país es similar y nadie dice nada. Es por ese clima que no es mal visto que en Semana Santa saqués a tus chavalos, tu termo full de hielo y de amargas y hagás tu fiesta en la acera con tu respectiva piscina, enshorado y enchinelado.
5- Sus iglesias, Santa Ana es una verdadera joya arquitectónica que tiene más de 300 años de historia, que aguantó estoicamente el Incendio de 1895, el Temblorón y el bombardeo aéreo yanqui en 1927, primer ataque aéreo a una ciudad en el mundo. Lo mismo opino de El Calvario y de Nuestra Señora de Guadalupe, primer Santuario de toda Centroamérica.
6- El Parque Vélez, aunque ya no es lo que solía ser, siempre me voy acordar de sus palos de mangos, que un alcalde ignorante mandó a talar. El Parque Central, dedicado a la memoria del Obispo guatemalteco Manuel Vélez, es el primer parque de Nicaragua.
7- Las aceras y sus tertulias. Una costumbre que está en peligro de extinción en Managua, está viva y robusta en Chinandega, es normal que las personas saquen sus mecedoras y sus sillas para “agarrar el fresco” en la noche, o para esperar las procesiones con toda la familia. No hay cuadra que no tenga una tertulia bajo algún palito que se mandó a sembrar estrictamente para darle tranquilidad a los tertulianos.
8- Los personajes populares. Me van a decir que son comunes y silvestres en cualquier lado, pero los de Chinandega son bien especiales. Está Radio Mecate, el loco más versado que conozco, sabe de todo, desde en que número cayó la Lotería, hasta los cuechos financieros de la ciudad. También Nelson, un loquito homosexual que predica la Palabra de Dios, no puede quedarse atrás ni Careyegua, un antiguo bazuquero que enderezó su vida y ahora es cadete de un taxi, ni tampoco se puede olvidar a John Álvarez, antiguo cargabates del Chinandega y hoy pizarra humana del Efraín Tijerino.
9- La lengua de los chinandeganos. Juela, qué capacidad la que tenemos para convertir una historia cualquiera en una historia épica que competiría con cualquier clásico de la literatura universal. En esto creo que nadie nos mete la mano, somos perros al cuecho, así que mejor andar con cuidado, no vaya a ser y caigás en las tapas de un naranjero.
10- La tranquilidad ( Exceptuando el Mercado Central y el Bisne) Aquí nadie tiene prisa por llegar a ningún lado, en el casco urbano son raros los choques, no hay pitaderas porque no pasaste el semáforo cuando se puso en verde, no hay rutas tipo Managua, por ende no hay choferes que andan armados con bates y machetes. Todo es tranquilo y si no fuera por los benditos triciclos, todo sería perfecto.
Podría enumerar más razones porque Chinandega “is the place to be” pero esta es mi entrada más larga y me aburrí de escribir 800 letras. Si vos chinandegano te sabés una, me la decís.